Eso hacen los chicos y los hombres, para anunciar sus intenciones. Se te ponen encima como la tapa de un sarcófago. Y lo llaman Amor.
chucao
Anacoreta en medio del bosque
martes, diciembre 21, 2010
En aquella época yo era joven y rebosaba de grandes sueños.Ahora he renunciado a toda esperanza de fama duradera y perfección literaria.Ya no me importa si escribo o no una gran obra,sino sólo un libro que,pese a sus defectos,deje testimonio de mi inverosímil existencia.
"No hay prueba contra el determinismo genético,más convincente que los hijos de los ricos.Las pulseras de dijes, no estudiaban.Jamás alzaban la mano en clases.Se sentaban en las ultimas filas desplomándose sobre el pupitre,y todos los días volvían a casa, con el cuaderno intacto.Aunque puede que las Pulseras de Dijes, entendieran más que yo de la vida.Desde temprana edad eran conscientes del escaso valor que el mundo daba a los libros, de manera que no perdían el tiempo con ellos.Mientras que yo,incluso ahora,persisto en creer que esos signos negros trazados en papel blanco, son de la mayor importancia,y que si continuo escribiendo lograré atrapar el arco iris de la conciencia y guardarlo en un tarro."